Ya es un hecho, entro a mi última semana en los fondos de Canning. Después de casi 10 años en el barrio, me mudo para los fondos de Spegazzini. Así que vayan organizando la despedida, no quiero llantos ni histeria. No es un adiós, sino un hasta luego…volveré.
Ahora a lo nuestro, la semana pasada vino una amiga a visitarme al bar en día que estaba de camarero, para ponernos al tanto de nuestras vidas, hacía mucho que no nos veíamos. Entre todas las huevadas que hablamos, me detengo en su resumen amoroso…
-Sigo esperando que Beto se enamore de mi y mientras tanto sigo con Guille que me super ama, me dice…- Cómo? No entiendo... – Claro, vos sabes que estoy super enamorada de Beto, pero cada vez que lo intentamos me hace sufrir, en cambio con Guille es un bombón, me cuida, me llama, está super atento…todo lo contrario que Beto. – Pero no amas a Guille, eso me queres decir?... –Mirá te digo lo que vi en la peli “Luna Nueva”… “A veces, tenes que aprender a amar lo que te hace bien…” – Esta bien, pero ahí se tiene que quedar entre el ”hombre lobo” ó el “vampiro”!! Acá me estás hablando de dos personas, de las cuales, una, tiene sentimientos sinceros hacia vos. Mientras que vos, solamente lo queres como querrías a tu primo segundo. Sos bastante guachita. – Es que por ahí, quien te dice, y Beto cambia para mejor. ..
Esta charla se estiró larga y tendida, mientras degustábamos una Quilmes Stout con papas fritas a la provenzal. Y como siempre, nunca resolvemos nada.
Ahora bien, esta conversación me llevo a pensar que me pasa a mí. Me di cuenta que de un tiempo a esta parte, ya casi ni salgo. Invitaciones tengo a montones, pero prefiero no salir. Ahí me di cuenta que en realidad lo que me pasa es que cuando vuelvo a mi casa, después de alguna salida, llego angustiado. Con un esa sensación de soledad que te invade hasta la médula.
Será entonces que mi amiga tiene razón? Será que me tengo que quedar con esa persona que me ama y que estaría encantada de compartir su tiempo conmigo? A sabiendas que por ahí no la amo como se merece?. Y la verdad que “no”.
Prefiero bancarme la angustia antes que mentirle a alguien.
A vos te digo… si no me amas lo suficiente, dejame ir. Dejame llevar el duelo por delante. Dejame llorar tu ausencia. Dejame que pueda dar todo lo que tengo para dar a la persona que se lo merezca. Dejame solo. Yo puedo.
No me dejes esperando el llamado que no recibo, el mensaje que no me llega, el encuentro que no se hace. No me hagas decir un “te quiero” que no llega a tu corazón. No me lo merezco. No lo merecemos.
Cambio de barrio, una mudanza más, más jodidamente jodido… sin daños a terceros.
Ayúdame con esto…“A veces, tenes que aprender a amar lo que te hace bien…”. Vos qué harías?
Nos vemos en Disney
Hace 9 años